VIAJE AL PAÍS VASCO - De Valdelagua del Cerro a Tarazona

 18 de Diciembre - De Valdelagua del Cerro a Tarazona - 33º día de viaje.

Hemos pasado una noche estupenda. Calentitos, y con una tranquilidad excepcional. Por la noche, hemos salido a ver las estrellas. Hace muchísimo tiempo que no las veía con tanta claridad, Entre la nula contaminación lumínica, y el hecho de estar totalmente despejado, se aprecian perfectamente todas las estrellas, las constelaciones, la Vía Láctea... ¡una maravilla! De no ser por el frío que hacía, nos hubiéramos quedado un buen tiempo...

Nos pusimos a dormir, calentitos, pero a primera hora, el perro, (sí, el que de pequeño se tragó un despertador sin desconectarle la alarma...), ese a las seis ya pide salir... En poco rato, empieza a romper el alba y podemos salir a hacer fotos de las primeras luces del día.

No podemos dejar de hacer fotos, por todo el pueblo. Los resplandores rojizos, las siluetas de los molinos de viento y las casas, esa primera luz del día... es espectacular...

Ya con más luz, cambiamos y llenamos aguas, y abandonamos el pueblo. Pero con la sensación y el deseo de volver. Además, el alcalde nos lo ha puesto fácil. Dice que se puede reservar una parcela para los días que necesitemos... Para verano tal vez no, no hay sombra... pero primavera u otoño... ¡Ya veremos!!

En fin, que nos vamos a Tarazona. Otra ciudad que dispone de un gran aparcamiento a tocar del pueblo, en la zona residencial, y en el que se han habilitado plazas para autocaravanas. ¡¡Un gran aplauso para estos Consistorios!! 

Tarazona es una ciudad llena de grandes monumentos. Pero por desgracia para nosotros, hoy es lunes, y todos los lunes, los monumentos y edificios importantes están cerrados... Así pues nos tenemos que contentar con verlos por fuera... Una buena pateada por el pueblo, por sus estrechos y empinados callejones, la plaza y la fachada del Ayuntamiento, que son impresionantes, algunas iglesias, la Antigua Plaza de Toros, que como curiosidad, es octogonal en vez de redonda y que actualmente se han reconvertido las gradas en apartamentos. Algo parecido a una corrala, pero muy grande.

Vamos a comer a la Peregrina, y por la tarde volvemos a bajar al pueblo, para ver las luces navideñas. Está todo precioso, y además coincidimos con una batucada y un grupo de jóvenes cantando villancicos...

Por suerte, no hay mucha gente en este aparcamiento, y nosotros estamos un poco alejados, en la zona de tierra, por lo que a ratitos podemos poner en marcha el motor, para compensar la electricidad que le falta a la placa...