18 marzo, 2024

Día 7 - Lunes 26 de Febrero

 A  LA  VICTORIA,  POR  SANTA  ÚRSULA


Durante la comida de ayer, estuvimos hablando con el chico que nos sirvió la pizza. Hablábamos de vinos, de vinos locales. 

A  nosotros, cuando viajamos y nos movemos ya sea por España o por algún otro remoto rincón de este mundo, nos gusta probar los productos locales: comidas, vinos, productos de toda clase... Y la manera de hacerlo es pidiendo consejo en los lugares que vamos a comer. Y a veces nos sorprenden gratamente. Cómo sucedió en esta ocasión.

Casi siempre pedimos algún vino que sea local para acompañar la comida. Y hablando, hablando, el chico nos preguntó si nos gustaría probar vino hecho en la misma finca, tan casero que lo seguían haciendo con el método tradicional de pisar las uvas con los pies. Está bien claro que dijimos que sí.

El chico nos comentó que un tío suyo tenía una viña y un bar de barrio a no muchos kilómetros de allí. Nos dijo que podíamos ir y decirle que íbamos de su parte, y así podríamos probar un auténtico vino casero, cien por cien natural.

No lo dudamos, le pedí la ubicación para poner el GPS, y allí que nos vamos.

La primera aventura fue llegar allí. A veces pienso que la chica del GPS nos tiene manía, o que le gusta gastarnos bromas de vez en cuando. Y cuando nos damos cuenta ya estamos metidos en un buen berenjenal. En esta ocasión, nos hizo tomar el camino del barrio de Santa Úrsula. Primero por carretera, luego por calle de pueblo, para acabar por una estrecha pista entre campos y sembrados. Aunque lo peor es el desnivel de subida. Hay tramos en que parece que la calle se va a poner en posición vertical, imposible ver qué hay arriba de la cuesta, y rezando para que no nos baje nadie de frente. Hemos calculado que en algunos tramos el desnivel puede alcanzar el 25%... Impresionante.

Localizamos el bar y al tío de chico de la pizzería, y le comentamos la charla que tuvimos con su sobrino.


Nos sacó vino de la casa, del que hacía él. y empezamos a hablar. descubrimos que él, al igual que nosotros, era amante de la música rock de los años 60-70. Conocía todos los grupos, y a los integrantes de las bandas y los grupos por sus nombres .

Estuvimos un buen rato, charlando y escuchando música.

Le preguntamos por un sitio para comer, no muy lejos, un guachinche, como les llaman por allí. Por desgracia, está todo cerrado. En este tiempo sólo abren los fines de semana.                                                                       

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