VIAJE A ANDALUCÍA - 8º Día - De Castellón de la Plana a Sagunto.

19 de Marzo - 8º Día - De Castellón de la Plana a Sagunto

Como cada día, a primera hora, y tras una pequeña rutina de cosas que debemos hacer todos los días (sobre todo por el perro, que hay que sacarlo sobre las seis de la mañana) nos desplazamos de Castellón de la Plana a Sagunto. Nuestra idea, pasar tal vez un par de días. Uno para visitar su importante Patrimonio Histórico, y otro para la zona de Puerto de Sagunto.

Sagunto es, sin duda, una de las ciudades con más historia de nuestro país. Su disputa por romanos y cartagineses dio lugar a la Segunda Guerra Púnica allá por el siglo III a.C. Fruto de su rico pasado romano, conserva un legado patrimonial único, del que sobresale su teatro y su castillo.

Aparcamos al lado del río Palancia, junto a otras muchas autocaravanas y campers y otros coches (no es un área, no hay servicios, es un aparcamiento compartido con otros vehículos), un aparcamiento libre muy grande, entre dos puentes que cruzan el río y en diez minutos estás en el centro del pueblo.

AQUÍ APARCAMOS Y PASAMOS DOS NOCHES SIN PROBLEMAS

Lo que no sabíamos era que en esta población también se celebran las fallas, al más puro estilo valenciano: la ofrenda floral a la Virgen de les Desamparados (la Geperudeta), la Plantá de las fallas, la mascletá y la quema de la Fallas.

Y hoy, día de San José, toca Mascletá y quema de las Fallas. Por lo tanto, pasamos un día lleno de actos y eventos.

Lo primero, vamos a dar una vuelta por el pueblo, por calles, parques y plazas donde hay magníficas Fallas plantadas, a la espera de ser quemadas esta noche.

Fallas de todos los estilos a la espera 
de ser quemadas esta noche.

La Virgen de los Desamparados
(la Geperudeta), tras la ofrenda floral.

Al mediodía la mascletá. Es fantástica. Como si estuviéramos en Valencia ciudad, pero con la ventaja de que al no haber tanta gente como en la capital, lo podemos ver todo estando en primera fila, y sin necesidad de hacer colas, y con un magnífico ángulo de visión para hacer fotos y vídeos.

El ruido es ensordecedor, y el olor a pólvora lo invade todo. En cuanto acaba la Mascletá, nos vamos a comer, al Mesón El Castillo, donde antes de la Mascletá habíamos reservado mesa. Muy atentos y muy buena comida.

Después de comer vamos un rato a la Peregrina, a sacar a pasear al perro y a hacer la digestión de todo lo que nos hemos metido entre pecho y espalda.

Y por la noche, la quema de las Fallas.

Un día muy completo y genial. Todo un espectáculo.