16 marzo, 2024

VIAJE A ANDALUCÍA - 5º Día - Del Perelló a Peñíscola.

 16 de Marzo - 5º Día - Del Perelló a Peñíscola 

A primera hora, cuando saco a pasear al perro, coincido con la salida del sol y puedo hacer unas cuantas fotos. Un espectáculo maravilloso. Cuando me giro veo que no estoy sola, haciendo fotos, que hay otras personas haciendo lo mismo.



Acabo de recoger todo en la Peregrina, lavo un par de platos y tazas que quedaron en el fregadero, aseguramos todo lo que se pueda caer y cerramos bien todos los armarios. Esta rutina hay que realizarla siempre, antes de ponernos en marcha. Pero ya os puedo asegurar que no es la primera vez que algo se queda encima de la mesa y en la primera rotonda rueda hasta el suelo... Cosas que pasan... 

Con el sol acabando de salir, y ya con buena luz para contemplar y disfrutar d todo el entorno, sobre las 7'50, ponemos rumbo a Peñíscola. pasamos cerca del pueblo del Perelló y decidimos acercarnos a tomar un café. Tenemos que esperar unos minutillos a que abran, pero podemos tomar ese primer chute de cafeína que sienta tan bien. Y luego rumbo a Peñíscola.

Tomamos la N-340, pero la chica del GPS está empeñada en que vayamos por la autopista (siempre prevalece el tiempo más corto para llegar de un punto a otro, aunque se hagan muchos mas kilómetros). Nos dedicamos a ignorar sus órdenes y nos va redirigiendo, o sencillamente lo apagamos, hasta estar cerca de la población de destino, para que nos guie hasta el aparcamiento que he seleccionado. 

Llegamos temprano a Peñíscola, sobre las 10, y buscamos dónde aparcar. La primera idea era ir al área de pago, pero no es muy grande y está llena, así que nos decantamos por un par de sitios que salen en Park4night, y que están cerrados o la policía no deja aparcar. Al final tenemos suerte y encontramos sitio muy cerca de la zona centro.

APARCAMOS Y PASAMOS NOCHE AQUÍ

Dimos una pequeña vuelta, paseamos por la Rambla, la playa, el paseo... Y sol, mucho sol .


Inmensas playas, ya preparadas para el verano...

A mediodía vemos un restaurante que ofrecen pulpo y nos quedamos a comer. Salimos de ahí con la barriga a punto de reventar. Llegamos como podemos a la Peregrina (el sol calienta que da gusto, y con el estómago lleno cuesta caminar), y nos dedicamos a descansar. Yo tengo que solucionar un problema informático, y luego me dedico a seguir avanzando en mi novela un buen rato.

Por la noche salimos otro ratito, por los alrededores de la muralla, para ver el castillo y el pueblo iluminado. Tomamos un par de tónicas en un bar, y volvemos a la Peregrina.




Llegamos a la Peregrina y nos vamos a dormir sin tardar demasiado. 

No tengo nada de hambre. Creo que comí demasiado pulpo... y bacalao, con patatas y salsa picante, o pimentón picante, no sé...  Y una sangría entera para los dos... Y tiramisú... y un cortado...

Y ya habíamos tomado cerveza y algunos vinos antes de comer, en algún chiringuito...

No puedo seguir así. O me reprimo un poco o no sé cómo acabaré... mal del estómago, eso seguro. Y de la cabeza también, sin duda... Mañana dieta...

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