PREPARACIÓN DE LAS SALIDAS

 DISEÑANDO LA RUTA

Tenemos la autocaravana en casa, revisada y a punto, hemos contratado un seguro (un buen seguro), y  hemos llenado los armarios con lo que nos ha parecido necesario para pasar un par o tres de semanas de viaje. Ropa, aseo, comida, limpieza, ocio... Somos novatos en cuanto a la vida en una autocaravana, pero sabemos ser autosuficientes y apañarnos con muy pocas cosas (más adelante os contaré que, en una autocaravana, no hace falta ser tan minimalista. En algunas cosas nos quedamos un poco cortos, en nuestro primer viaje)

Ambos hemos sido peregrinos en diversas ocasiones del Camino de Santiago, hemos realizado diversas travesías de media y alta montaña, cargando la mochila sobre nuestras espaldas, y hemos aprendido a elegir lo imprescindible sobre lo "por si acaso."

Otra cosa que hemos aprendido es que, si bien es cierto que podríamos poner el motor en marcha y empezar a rodar, sin rumbo, dejando que el azar nos guíe, es mucho mejor tener una ruta o trayecto medianamente pensado y preparado, una especie de guía, con los datos más importantes. Los kilómetros, los pueblos o puntos de interés por los que pasaremos, donde nos proponemos parar a dormir, o donde encontrar los servicios que necesitamos para nosotros o nuestra autocaravana (cambiar y cargar aguas, carga eléctrica, lavado de ropa, supermercados... No tiene por qué ser una guía rígida, ni que nos obligue a seguirla al pie de la letra, pero si la preparamos y estudiamos un poco antes de salir de casa, evitaremos pasar sin ver o visitar algunos puntos de interés. o andar como locos buscando un punto para vaciar aguas. Claro que, para gustos, colores.

Conozco personas que, simplemente arrancan y... empiezan a rodar, sin rumbo. No llevan nada previsto. Norte, sur, este u oeste... 

Mi hermano es una de estas personas que salen sin rumbo alguno. Va decidiendo la ruta a seguir en cada cruce...

Nosotros preferimos llevarlo un poco más claro, preferimos diseñar rutas o viajes de unas dos o tres semanas de duración (de momento), aunque con la suficiente flexibilidad como para que, si nos interesa un lugar, o no, podemos pasar más o menos noches ahí, o pasar de largo si no nos parece atractivo. Además, nos gusta hacer pequeñas rutas de senderismo por la zona que visitamos, por lo que ya las llevo preparadas en mi móvil (la aplicación Wikiloc va de fábula para ello) así como otros puntos de interés, pueblos o ciudades en los que parar para visitar una iglesia, un castillo, o simplemente para descansar.

Llevo la ruta definida, con los kilómetros entre puntos de parada, qué ver, la previsión del tiempo (punto muy importante, como os mostraré más adelante), enlace a las rutas de senderismo que tenemos previsto hacer (me las descargo de Wikiloc para seguirlas con el móvil) , teléfonos de puntos de información donde obtener o ampliar datos sobre la historia, cultura, leyendas... una especie de hoja de ruta que, además, luego nos sirve para conservar el recuerdo de nuestros recorridos lo más fielmente posible, puesto que solemos escribir diarios personales de las salidas. Y muchas veces, estos diarios acaban convertidos en guías de viajes, o en auténticas novelas  en las que plasmamos vivencias, aventuras, experiencias y sentimientos.     

Preparar y diseñar las rutas, los viajes y las salidas nos permite, además, soñar en esos parajes, pueblos, montañas y rincones que sólo conocemos por fotos. O que hemos visto de paso pero que requieren una visita a fondo.

En fin, este es nuestro método, pero para gustos, colores...