Del área del Restaurant la Caseta de Fusta a Vilafamés - 105 km
Esta mañana, lo primero que hemos hecho al arrancar, ha sido dirigirnos al sitio al que nos indicaron que tendrían que estar los flamencos. Ir al Delta del Ebro y no verlos debería ser pecado.
Salimos del área tempranito, como siempre. Nos gusta madrugar, ir parando en los diferentes puntos de interés por los que asamos, ya sea pequeños pueblos, saltos de agua, castillos, iglesias o lo que sea. Y nos gusta llegar tempranillo al destino final, más que nada para encontrar sitio, cuando se trata de áreas o aparcamientos muy pequeños.
Empezamos a seguir la pista de tierra que nos indicó el chico de la Caseta de Fusta, hasta llegar a una carretera asfaltada, a unos tres kilómetros. Y justo al girar y coger la carretera, allí estaban los flamencos, formando un gran grupo, lejos, eso sí, muy lejos, pero nada que no se pueda resolver con un buen zoom.
Vistos los flamencos, y hechas las fotos y videos pertinentes, ponemos rumbo a Vilafamés. ¿Por qué, este pueblo del que no mucha gente ha oído hablar? Bueno, más que nada por no ir por la costa. Vinaròs, Benicarló, Peñíscola, Oropesa... Ya conocemos estos pueblos, que en este tiempo están muertos. Son pueblos para el verano, con grandes bloques de apartamentos, hoteles y segundas residencias. En verano no se llenan de gente y no se puede dar un paso (no nos gusta tanta avalancha de gente), y en invierno está todo cerrado. Por lo tanto, para variar un poco, hemos decidido ir un poco por el interior. or carretera N-340 y CV-10 y CV-15, en perfecto estado y con buenos paisajes, puesto que rodeamos por detrás la Sierra de Irta, para disfrutar de la ruta.
Aparcamiento. Buen sitio para pasar noche
Vilafamés es un pueblo que sorprende, y mucho. Destaca por su casco antiguo, con calles estrechas, que se encaraman por la ladera del cerro hasta la iglesia y el castillo.
Muchas de sus calles están adornadas a ambos lados con numerosas macetas de plantas que le dan un toque espectacular. Desde la iglesia y el castillo, las vistas son espectaculares.
En estos dos enlaces podréis descubrir un montón de cosas más referentes a este encantador pueblo, catalogado como uno de los más bonitos del mundo.
9 lugares que visitar y más
Cultura e historia de Vilafamés
La zona más antigua el pueblo es el barrio de El Cuartijo, donde las calles son empinadas, estrechas y con inacabables escaleras, decoradas, todas esas calles con frondosas plantas en macetas, muy bien cuidadas. Subimos por ellas hasta llegar a la Plaça de la Sang (Plaza de la Sangre), donde se encuentra la iglesia del mismo nombre. Este fue el primer templo de la localidad, originariamente, dedicado a Santa Maria, construído sobre un aljibe andalusí que le servía de cripta. En el siglo XVII, la Cofradía del Cristo de la Sangre procedió a su barroquización, adaptándolo a los nuevos gustos estéticos. Y unos metros más arriba, el castillo, de origen andalusí, y desde el cual se tiene una vista espectacular del pueblo y los alrededores.
Vilafamés también sorprende por la utilización de la piedra de color rojizo empleada en la construcción de casi todo su casco antiguo. Una maravilla.
Para acabar la tarde, qué mejor que un vinillo elaborado en una cooperativa del pueblo.